La CEPAL pide mejorar los sistemas educativos de la región tras los malos resultados en las pruebas PISA

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) se reunió este miércoles 12 de diciembre con especialistas en educación y representantes de los distintos Estados de la región para abordar el bajo desempeño educativo de los países de América Latina y el Caribe en las últimas pruebas PISA.

El evento, en el que también participaron la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Oficina Regional de la UNESCO en Santiago, buscaba dar a conocer los resultados de las pruebas PISA y promover acciones para una transformación educativa que permita avanzar hacia una educación inclusiva y de calidad.

José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la CEPAL, explicó su preocupación tras los últimos resultados de las pruebas PISA que confirman «el deterioro general de los aprendizajes de toda una generación de escolares, no solo en la región, sino en todo el mundo».

«Una gran proporción de niñas y niños en la región no logran obtener competencia mínimas«

Claudia Uribe

Según Salazar, el «apagón educativo» en América Latina y el Caribe provocado tras la pandemia ha dejado «daños y cicatrices que serán visibles en la región por muchos años más”, expresó.

El máximo representante de la CEPAL consideró útiles los resultados de las pruebas PISA para diseñar e implementar acciones concretas para el mejoramiento educativo en la región y aseguró que «el mejoramiento de los sistemas educativos es una condición indispensable» en la región.

Por su parte, el director de Educación y Habilidades de la OCDE, Andreas Schleicher, destacó que, pese a los malos resultados, «algunos países de América Latina han logrado avances notables en términos de rendimiento en matemáticas, lectura y ciencias, a la vez que han mejorado en términos de equidad y escolarización».

Además, la directora de la Oficina Regional Multisectorial de la UNESCO en Santiago, Claudia Uribe, aseguró que este informe «muestra que una gran proporción de niñas y niños en la región no logran obtener competencia mínimas» y ejemplificó este dato diciendo que «un 25% de los estudiantes obtuvieron las competencias mínimas en matemáticas».

Para abordar este problema, está previsto que a finales de enero de 2024 se realice en la sede de la CEPAL una reunión ministerial extraordinaria de ministras y ministros de Educación de América Latina y el Caribe, convocada por la UNESCO y el Ministerio de Educación de Chile.

Un informe devastador para la región

Pese al panorama heterogéneo de la región, PISA 2022 confirmó que América Latina y el Caribe sigue mostrando un bajo desempeño educativo a nivel internacional.

Los países de la OCDE invierten por estudiante casi cinco veces lo que invierten los países de la región

Tres de cada cuatro estudiantes no alcanzan las competencias mínimas en matemáticas (en comparación con un 31% de la OCDE), 55% no cuenta con habilidades básicas de lectura y 57%, de ciencias. Además, todos los países de la región están mejor posicionados en lectura que en matemáticas y ciencias.

Los países con mejor desempeño en las tres pruebas son Chile y Uruguay, y los países con menor desempeño son El Salvador, Guatemala, República Dominicana y Paraguay.

En matemáticas, por ejemplo, Costa Rica, México, Uruguay y Perú bajaron su rendimiento; Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Panamá se mantuvieron estables; y República Dominicana, Paraguay y Guatemala mejoraron su rendimiento.

Además, el informe evidencia la alta desigualdad en el rendimiento educativo, que perjudica a los estudiantes en situación de mayor vulnerabilidad. En promedio, el 88% de los estudiantes más pobres de la región tienen bajo desempeño en matemáticas, comparado con el 55% entre los más ricos.

También evidencia la escasez de recursos humanos y pedagógicos en las escuelas de menor nivel socioeconómico de la región. Según la CEPAL, los países que más invierten en educación en la región invierten menos que prácticamente todos los países de la OCDE. En promedio, los países de la OCDE invierten por estudiante casi cinco veces lo que invierten los países de la región.